Siento fuego

Siento fuego sobre mis pies
Cuando quiero acercarme a vos
Como si mi cuerpo me advirtiera
De un peligro restaurado

Te rodean tantas vallas
De color adolescente
Que se caen fácilmente
Cuando estás perdida y sola

Cuantos pasos me delatan
Sin que nadie se de cuenta
Solo el suelo es confidente
De mis idas y mis vueltas

Estoy cerca, no te alejes
Que me pierdo fácilmente
Y volver es tan difícil
Como vivir de la suerte

Siento fuego sobre mis pies
Cuando quiero acercarme a vos
Como si mi cuerpo no quisiera
Ser testigo del intento…

No volvieron

No volvieron a juntarse mas
No volvieron a ser dos jamás
Vieron de cerca como se moría
Como se iba sin despedirse
El corazón de la flor que un día
Fuera regalo de bienvenida

No volvieron a tocarse mas
No volvieron a ser dos jamás
Todo el secreto de sus mañanas
Se hizo pedazos contra la almohada
Y la razón del amor eterno
Quedó rendida en el desconcierto

Quieren dormirse, no despertarse
Si todo sigue igual...

Quieren volverse silencio eterno
Y estar a salvo de no escucharse mas...

No volvieron a mirarse mas
No volvieron a ser dos jamás

La huella

Todo el calor se fue de pronto
Y en su lugar precoz el frío
Vino a quedarse derramado
Haciendo burlas al abrigo

Toda la forma de la sombra
Tan delicada y tan perfecta
Resultó herida sobre el agua
Por el destino de una piedra

En la orilla de su cuerpo
Se paró la huella muerta
Será débil unas veces
Pero el resto será eterna

El silencio va a cuidarla
La palabra a llorarla
Y la nostalgia tan molesta
Será el temor imprevisible

Todo el sentido de los ojos
Tan adaptado al mismo viento
Se despertó entre mil palomas
Anestesiadas, de otro tiempo

Todo el calor se fue de pronto
Y en su lugar precoz el frío
Vino a ser fuego destemplado
Vino a ser dueño del estío

Pobre Verónica

La fui conociendo en la irrealidad
Comía tristeza cargada de paz
Regaba los frutos de la soledad
Y nunca la vi enojarse de mas

Veía las cosas de un modo distinto
Mentía y decía, no puedo crear
Dormía aturdida por miedo a pensar
Y nunca en la vida la vi despertar

Pobre Verónica era tan hermosa
Quien sabe por que se me fue
A vivir la vida de un pájaro atado
Habiendo aprendido a volar

Pobre Verónica era tan valiente
Quien sabe por que se escapo
Dejándome el gusto de un árbol caído
Habiéndome dado la flor

Nunca me gusto tanto el silencio
Que su voz me supo regalar
Nunca me gusto tanto la noche
Y se que nunca quiso hacerme mal

El vals de lo imposible

Fueron dos ojos los culpables
Del novedoso mes de enero
Cuando el calor caía en gotas
Deletreadas por el cielo

Su condición de jóven nuevo
Le dio frescura en el intento
Todo el común cortejo viejo
Fue original como en un cuento

La imaginó en tantos lugares
Despreocupados del sentido
Siempre agarrado de sus ojos
Como cayéndose al abismo

La desterró hacia las nubes
Y ahí bailaron desmedidos
El dulce vals de lo imposible
Siempre al compás del desvarío

Pobre del jóven enamorado
Tan desdichado y afortunado
Aunque no pueda tenerla en brazos
Siempre podrá repetir los pasos de su amor...

Fueron dos ojos los culpables
Del ingenuo mes de enero
Cuando el amor caía en gotas
Admiradas por el cielo

La cumparsita

Si supieras
Que aún dentro de mi alma
Conservo aquel cariño que tuve para ti.
Quién sabe si supieras
Que nunca te he olvidado
Volviendo a tu pasado
Te acordarás de mí.

Los amigos ya no vienen
Ni siquiera a visitarme
Nadie quiere consolarme
En mi aflicción.

Desde el día que te fuiste
Siento angustias en mi pecho
Decí percanta ¿qué has hecho
De mi pobre corazón?

Al cotorro abandonado
Ya ni el sol de la mañana
Asoma por la ventana
Como cuando estabas vos

Y aquel perrito compañero
Que por tu ausencia no comía
Al verme solo, el otro día, también me dejó